16.11.21

Jeremías 9. Un pueblo en ruinas

 

Hablar de un pueblo en ruina no necesariamente tiene que ver con falta de dinero o que el pueblo este empobrecido.

La ruina en una persona, en una familia o en un pueblo llega atraída por nuestro mal comportamiento.

El pueblo de Dios lo tenía todo para triunfar o prosperar, pero lastimosamente cada día iba en decadencia.

Nada diferente a lo que vivimos en nuestra sociedad, por muchos avances científico y técnicos que se experimentan a diario vemos que nuestra sociedad cada día va en deterioro o en Ruina.

El pueblo de Dios empezó a tener ciertos comportamientos no adecuados, nuestra forma de ser y actuar es lo que nos lleva a tener vidas de éxito o de fracaso.

Que nos lleva a vivir en ruina.

1. La Mentira. V 3 “Hicieron que su lengua lanzara mentira como un arco, y no se fortalecieron para la verdad en la tierra; porque de mal en mal procedieron, y me han desconocido, dice Jehová.” muchas personas no mienten por maldad simplemente se han ha acostumbrado a omitir la verdad. Por lo general a nosotros los seres humanos nos molestan cuando alguien nos miente, pero no nos molestamos cuando nosotros somos los que mentimos.

2. El Engaño. V 4 a “Guárdese cada uno de su compañero, y en ningún hermano tenga confianza; porque todo hermano engaña con falacia,” cuando prometemos cosas que después no pode os o no queremos cumplir estamos engañando, cuando nos presentamos de una forma, pero en realidad somos diferente también se llama engaño.

3. La Calumnia. V 4 b “y todo compañero anda calumniando” muchas veces señalamos a alguien tan solo por lo que hemos oído de ella. Los cristianos tenemos un grave defecto y es que luchamos mucho por llevar un alma a los pies de Cristo no tenemos en cuenta sus errores y le hablamos del perdón de Dios, pero cuando por fin se convierte a Cristo y llega a tener una equivocación lo señalamos y lo rechazamos ya no le hablamos del Amor y del Perdón de Dios.

4. Hacer mal a quienes están a nuestro Lado. V 5 “Y cada uno engaña a su compañero, y ninguno habla verdad; acostumbraron su lengua a hablar mentira, se ocupan de actuar perversamente” la mayoría de los cristianos creemos que ya no hacemos mal tan solo porque ya no causamos daño a otras personas, pero la palabra de Dios nos dice que no basta tan solo con ya no hacer lo malo también es necesario hacer el bien. Santiago 4: 17 “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

5. No conocer a Jesucristo. V 6 “Su morada está en medio del engaño; por muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová.” no basta tan solo con congregarse para pedir un milagro o porque de alguna forma nos hemos acostumbrado. Es necesario conocer a Jesucristo a través de su Palabra, solo Jesucristo nos hace tener buena convivencia con los demás.

6. No Obedecer a los mandatos de Cristo. V 13 “Dijo Jehová: Porque dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella” los mandatos de Jesucristo no solo tienen que ver con nuestra Salvación, también tienen que ver con nuestro buen comportamiento: nos manda a perdonar, nos dice que debemos amar a un a nuestros enemigos.

Cuando ignoramos o despreciamos los mandamientos de Jesucristo nuestra vida se empieza a empobrecer, los mandamientos de Jesucristo son los que nos dicen cómo avanzar o como crecer.

7. La Vanagloria. V 23 “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.” todos aquellos que se creen más que los demás o que hacen cosas solo para lucirse, siempre terminan humillando a los demás y esto hace que no puedan tener una sana convivencia.

8. La Gritería. Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.” el gritar o el maltratar a los demás hace parte de una mala costumbre, muchos creen que si no gritan no los van a respetar. La autoridad no se impone, la autoridad se ejerce, Nuestro Ejemplo es la mejor forma de ganar autoridad.

9. La mala Actitud o Amargura. Hebreos 12: 15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” las personas amargadas hacen del lugar donde viven un infierno insoportable. La amargura hace que las personas se alejen.

Jesucristo no solo quiere darnos salvación y vida eterna él también quiere enseñarnos a tener vidas de excelencia. La única forma de tener vidas de excelencia es si aprendemos a convivir con los Demás.