12.11.21

Jeremías 4. Libres de toda maldad.

 

Todos los seres humanos queremos vivir bien o al menos queremos vivir en paz en nuestro hogar y en nuestra sociedad.

Pero la triste realidad es que cada día la humanidad vive peor la maldad aumenta constantemente.

Ya Jesucristo lo había anunciado a través del apóstol mateo. Mateo 24: 12 “y tanto aumentará la maldad que el amor de muchos se enfriará” cada vez los seres humanos somos menos tolerantes, nos cuesta amar o dejarnos amar.

Todos los seres humanos tendemos a ofender, cuando más queremos hacer lo bueno muchas veces terminamos haciendo lo malo. Santiago 3: 2 “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

El problema de actuar con maldad es que nuestro corazón se amarga impidiéndonos vivir en felicidad. V 18 “Tu camino y tus obras te hicieron esto; esta es tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.

Todas las personas que actúan con maldad son infelices, nunca están satisfechas con nada, no importa cuánto tengan siempre estarán renegando por algo.

Jesucristo nos dice que la única forma de salir de la maldad es si tomamos la decisión de lavar o limpiar nuestro corazón. Jeremías 4: 14 a “Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva.

Nuestro actuar está determinado por lo que hay en nuestro corazón, nuestro corazón es como una caja de proyección, lo que queremos proyectar depende de la figura que pongamos en el lente.

Lo que Proyecta nuestro corazón.

1. Nuestra forma de hablar. Lucas 6: 45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” si queremos cambiar nuestra mala forma de hablar debemos cambiar lo que hay en nuestro corazón.

2. Nuestra Actitud de Alegría o Amargura. Proverbios 15: 13 “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” las personas de mal genio por lo general son aquellas que tienen endurecido su corazón.

 

Como salir de la Maldad.

1. Quitando de nuestra mente los Pensamientos de Maldad.  Jeremías 4: 14 b “¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?” mientras en nuestra mente se mantengan pensamientos malos nuestro comportamiento será malo.

·       1.1. Tomando la decisión de quitar de nosotros toda maldad. 1 Pedro 2: 1 “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones” nosotros somos quienes decidimos como queremos vivir llenos de maldad o por lo contrario llenos de bondad.

·       1.2. La maldad en nosotros comienza en nuestra mente. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Tanto pensar mal de las otras personas nos hace actuar con maldad.

2. Quitando toda necedad de Nosotros. Jeremías 4: 22 a “Porque mi pueblo es necio,” algunos de los sinónimos de necedad son: “tontería, estupidez” debemos entender que la maldad no es más que una manera estúpida o boba de actuar porque siempre termina haciéndonos daño a nosotros mismos. Quien se hace daño a sí mismo es un tonto.

3. Conociendo a Jehová. V 22 b “no me conocieron;” es imposible obedecer o seguir a alguien a quien no se conoce. La única forma de enamorarnos de alguien es si lo conocemos.

·       3.1. Buenos Tiempos de Oración. La oración no solo debe ser para pedir también debemos orar en agradecimiento y para expresarle a Dios palabras de Amor.

·       3.2. Buenos Tiempos de estudio de la Palabra. No basta solo con leer la biblia, es necesario utilizar lápiz y papel y sobre todo la inspiración del espíritu santo.

4. Estudiando o Adquiriendo conocimiento todo lo Relacionado con Jesucristo, su Pueblo y sus Leyes. V 22 c “son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron” muchas personas se congregan por la necesidad de un Milagro, pero nunca disponen de un tiempo para estudiar a profundidad la palabra de Dios, muchos tan solo se limitan a leerla.

El pueblo de Dios se perdió por falta de conocimiento. Oseas 4: 6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.” el pueblo de Dios no se perdió por falta de milagros se perdió por falta de conocimiento, los milagros no salvan solo nos hacen vivir bien.

Todos somos pecadores por naturaleza, pero debemos tomar la decisión de salir de la maldad, mientras nuestra mente esté ocupada por pensamientos de maldad nos será imposible alejarnos del mal.