10.5.23

Levítico 13. Un corazón con Lepra

 

La lepra era una enfermedad que consistía en la descomposición de la piel. Una de las características principales de esta enfermedad es que causa insensibilidad en los órganos infectados.

Esta insensibilidad hacia que la misma persona se cause daño sin darse cuenta. Al andar descalzos se podían clavar cosas y el enfermo de lepra no podía sentir a tal grado que la infección terminaba con el pie o cualquier órgano contaminado.

La lepra era en la carne, pero lo más preocupante es que muchos cristianos se han llenado de lepra espiritual, lepra en el corazón. La lepra en el corazón puede ser: la envidia, el egoísmo, la falta de amor, el orgullo, la falta de perdón. Etc.

La lepra en el corazón tiene los mismos síntomas de la lepra en la carne. Pierde la sensibilidad.

1. No puede sentir la presencia de Dios. Puede estar en el culto con el pastor más ungido o puede ser Cristo quien directamente le ministre y nunca va a poder sentir su presencia.

2. No puede sentir la necesidad de quienes lo rodean. No le importa lo que les pueda estar pasando. Sus familiares y amigos nunca pueden contar con él.

3. Le cuesta mucho expresar sus sentimientos de amor. Nunca abraza, no besa y siempre está gruñendo.

Un corazón con lepra se vuelve duro carece de sentimientos, un corazón con lepra no escucha la voz de Dios a través de su palabra y lógicamente tempo la voz de las personas que están a su lado. Hebreos 3: 15 “entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

Como ser sano de la lepra.

1. Reconocer que está enfermo. V 3 “Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más profunda que la piel de la carne, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá, y le declarará inmundo.” solo cuando reconocemos que tenemos problemas buscamos ayuda, solo cuando reconocemos nuestros errores podemos corregirnos.

2. Prevenir. Si sabemos que cosas son las que afectan nuestro comportamiento, o que cosas nos incitan a cometer pecado debemos evitar. Es mejor prevenir que tener que lamentar. V 4 “Y si en la piel de su cuerpo hubiere mancha blanca, pero que no pareciere más profunda que la piel, ni el pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días.

Una persona con lepra espiritual no puede avanzar, se detiene y junto con ella se detiene el pueblo, la familia o quienes están a su lado. Números 12: 15 “Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos

No permitas que las malas costumbres del mundo se te peguen como lepra. Solo el espíritu santo puede evitar que caigamos y si por algún motivo hemos caído deja que sea Jesucristo quien te limpie y te vuelva a levantar.

Si bien es cierto la lepra es una enfermedad que ha podido ser controlada y erradicada en muchas naciones del mundo, hoy lo que nos afecta ya no es un síndrome o bacilo infeccioso que ataca a nuestros cuerpos, la enfermedad de estos tiempos es todo lo que ataca a nuestras mentes.

Podemos ser muy importantes, gente exitosa con mucho potencial, pero si no tenemos el amor de Dios con nosotros, entonces tenemos una lepra en el corazón, una enfermedad que nadie conoce, un secreto que queremos ocultar, un vicio del que no se puede salir, algo que queremos que jamás sea descubierto porque entonces, todos se apartarían de nosotros y nos sentiríamos exiliados, esa enfermedad es el pecado.