7.5.23

Levítico 10. Una oración Extraña

 

Bíblicamente el incienso significa las oraciones de los santos.

Apocalipsis 5: 8 “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos

El significado de orar es hablar o dialogar, el problema de nuestra mala relación con los demás muchas veces radica en que no nos comunicamos de manera clara, es decir nuestra forma de hablar es incomprensible o hablamos de manera extraña

Esto sucede con Jesucristo, en muchas ocasiones nuestra manera de comunicarnos con él es extraña, rara o incomprensible.

El fuego es símbolo del espíritu de Dios, Nadab y Abiú ofrecieron incienso que, al mezclarse con el fuego, Jehová considero que ese fuego era extraño. V 1 “Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó.

Es posible que la presentación delante de Jehová de estos dos sacerdotes no fuera la más adecuada y pura. V 9 “Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones,

Jehová les recuerda que no se puede ofrecer incienso y fuego a Jehová estando indignos o impuros, sea por ingerir licor o por practicar cualquier otra actividad inadecuada para el momento.

Que hace que nuestras Oraciones sean Extrañas.

1. Un corazón lleno de Resentimiento. Mateo 5: 23 – 24 “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” muchos cristianos se congregan hace muchos años, pero su corazón está lleno de maldad.

·       1.1. De nada sirve que digas que te congregas en la mejor iglesia, si te pasas la vida hablando mal de los demás, si estas levantando las manos al cielo y a la vez el dedo a acusador los diriges a tu hermano que peco o que fallo.

·       1.2. A muchos de los que nos creemos los más santos cuando estamos de rodillas o con los ojos cerrados y las manos levantadas en el templo, también Dios nos dice, deja tu oración en el altar y reconcíliate con esa persona que odias y de la cual te la pasas murmurando y criticando, porque tu fuego es extraño para mí.

2. Creernos los más santos y que no somos pecadores. 1 Juan 1: 8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” Cuando oramos creyendo que los demás son más pecadores que nosotros, nuestras oraciones se convierten en fuego extraño.

·       2.1. La única forma de corregir lo malo que hacemos es reconociendo que hemos fallado. No podemos corregir algo que consideramos es perfecto.

·       2.2. Todos pecamos solo que de manera diferente o posiblemente la diferencia está en que el pecado de esa persona que señalamos esta al descubierto y nuestro pecado está oculto en nuestro corazón.

3. Creer en Dios, pero no creer en su palabra. Proverbios 28: 9 “El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.” Muchas personas y aun cristianos aseguran creer en Jesucristo, pero no en la biblia porque es escrita por hombres.

·       3.1. No aceptan que la biblia es escrita por hombres, pero inspirados por Dios a través de su santo espíritu.

·       3.2. Nuestras oraciones delante de Dios cuando se las hace sin creer en la palabra se pueden convertir en fuego extraño.

De nuestro comportamiento con los demás, de nuestra forma de hablar y sobre todo de nuestra relación con Dios, depende que nuestras oraciones sean agradables a Dios o se conviertan en Fuego extraño.