25.11.21

Jeremías 19. Cuando ya no queremos oir.

 

En el mundo hay un adagio popular que dice: no hay peor sordo que a aquel que no quiere oír.

El lenguaje no es solo de manera verbal, las personas de éxito son aquellas que han aprendido a escuchar todo o a todos los que están a su alrededor.

La naturaleza, las personas, las circunstancias y lógicamente Dios siempre nos están hablando.

Si afinamos nuestro oído podremos aprender de cada situación de la vida y de esta forma llegar a ser personas de éxito.

El pueblo de Dios empezó a tener problemas cuando decidió ya no escuchar la voz de Jehová a través de su palabra. V 15 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí, yo traigo sobre esta ciudad y sobre todas sus villas todo el mal que hablé contra ella; porque han endurecido su cerviz para no oír mis palabras.

Jehová no escucha a quienes a él tampoco lo quieren escuchar. Proverbios 28: 9 “Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación” no es que Jehová nos castigue por no quererlo escuchar, si así fuera estaría en contra del libre albedrío.

Jehová a través de su palabra nos da consejos que al ponerlos en práctica logramos triunfar y tener vidas de excelencia.

Cuando dejamos de escucharlo dejamos de hacer las cosas de manera correcta y como consecuencia nos equivocamos de manera constante llevándonos a la destrucción de lo que hacemos y de lo que somos.

Que sucede cuando ya no queremos escuchar.

1. Nos estancamos. las personas inteligentes y sabias son aquellas que creen que cada día hay algo nuevo por aprender.

·       1.1. Las personas de fracaso son aquellas que creen que todo lo saben, por eso no escuchan a los demás y de esta forma se estancan y no avanzan.

·       1.1. Los insensatos creen siempre tener la razón. Proverbios 12: 15 “El camino del necio es recto a sus propios ojos, más el que escucha consejos es sabio

2. No tenemos opciones para escoger. 1 tesalonicenses 5: 21 “Examinadlo todo; retened lo bueno” las personas prosperas son aquellas que no solo se atienen a la primera impresión de algo.

·       2.1. Las personas triunfadoras no se dejan llevar por las emociones, antes de tomar cualquier decisión miran los pros y los contras delo que quieren hacer.

·       2.2. Las emociones son traicioneras, las emociones están representadas por el corazón. Jeremías 17: 9 “El corazón es engañoso y perverso, más que todas las cosas. ¿Quién puede decir que lo conoce?

Que nos hace sordos.

1. El Orgullo. Proverbios 11: 2 “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;
Mas con los humildes está la sabiduría
.” Las personas orgullosas creen sabérselas todas, por esta razón se estancan y van en retroceso.

2. El Miedo. El miedo a experimentar cosas nuevas, a equivocarnos, al que dirán, a aceptar que hay cosas que no estamos haciendo bien.

3. El no aceptar corrección. Las personas sabias son aquellas que reconocen cuando se equivocan, la corrección es la base para el éxito y la perfección, sin corrección no hay perfección.

La única forma de salir de la sordera y poder escuchar consejos y sobre todo poder escuchar la voz de Dios es si aprendemos a ser humildes y a no creer que lo sabemos todo o que somos más que los demás.